tal vez lave mis entrañas y se vaya el fango cuesta abajo por los canales de mis azulojos,
tal vez golpee con fuerza y así recuerde qué es estar viva.
Quiero devorarla, no dejar rastro, engullirla entera, gota a gota, átomo a átomo,
tengo sed, sed de verdad, sed de sombras bajo los árboles, sed de flores amarillas,
tanta sed que la tormenta toca mi garganta y es vapor de nada.
Esta estación me consume, destilo tristezas de inviernos y otoños de antaño.
Por: Lina Torres ©