lunes, 23 de junio de 2014

Fragilidad líquida

Los zapatos están en el tendedero,
las medias huyeron al tejado vecino,
y mi ropa aún destila nombres.

Hay agua en mis uñas,
hay agua en mis párpados,
hay agua en mis pulmones,
hay agua en mis entrañas,
hay agua en mi ombligo,
hay agua en mis omoplatos y codos,
hay agua en mis piernas,
hay agua en mis tobillos,
hay agua en mí.
Todo está mojado,
todo se va conmigo río abajo.


martes, 17 de junio de 2014

Holograma

Con la velocidad del sonido se fue el antílope,
y en la cacería hasta la sangre se ausentó.
No fue necesario un adiós.
No fueron necesarias las lágrimas, las olas transitorias solo inundan la superficie.
Más abajo de los encuentros jamás planeados
solo transitan palabras sin valor y una escuálida luz,
una que desde mi perspectiva vislumbró un débil holograma,
una imagen que se asemeja más a una pintura infantil,
a una historia de pegar en la nevera,
a una corteza de zanahoria…

Pero es eso: un holograma.
Un producto que mis ojos al creerse placas
replicaron en dimensiones distantes,
reflejando un antílope que resultó
algo menos que una sombra,

algo menos que un nunca jamás.