lunes, 1 de mayo de 2017

Croquis de un corazón roto

(*Apología a un romanticismo no conyugal).
Amarillos y cargados
los árboles inician su despojo
de las arandelas
que le sofocaron todo el verano.

Negros y cafés su alma desnudan
algunos más heridos
otros más dolientes y devotos.

Y entrando los primeros fríos de otoño
volátil a la nostalgia porteña
cuento los suspiros que nos distanciaron.

Como una nueva medida
de un le extraño
le pienso
le anhelo…
aunque aún duela usted
aquí dentro del tronco
en las escamas de las raíces.

Un par de centenas de días
que su partida ha escaliado en grises
este panorama, esta inhalación
el croquis casi perfecto
de este corazón fragmentado.

Felicidad estética desdibujada
en ridículos mantras de autoayuda
engulleron la complicidad
que entre nuestras almas yacían.

Aún herida por la mediocridad y la cobardía
espero haya librado de su interior
mi toxicidad subversiva.

Mudanza, Ilustración de Erika Kuhn