lunes, 29 de agosto de 2011

I play dead...

Caminar… en agua de mar, no importan las heridas, no dolerán, ya no dolerán…paz y  polen mezclados en mis labios, porque en mi lengua se posará la vida, vida en partículas que recorren mi cuerpo, caricia tras caricia, desequilibrio del placer…Sólo habrán plumas que bajaron al suelo lento…como mi llegada al lecho de muerte, pero allí descansaré, en mitad de las raíces, en el tibio roce de sus hilos, allí descansaré y dejaré de sentir el alma como el destino usurpado de Perséfone… dormiré y volveré al  lugar de donde vine, en donde el suelo acaricia mi vientre, y mis pies se despiden si función alguna, en donde mi rostro se sumerge en la tierra y se humedece entre las selvas… No buscaré más, dejaré mi ropa e iré desnuda al lugar que me arrojó a esto llamado mundo, para volver implorando nunca un regreso….
..."I play dead, it stops the hurting"...


Mis noches


Volví a retomar mi viejo hábito, ese que seca las encías y fragmenta la sonrisa, ese que vuelve cada vez que necesito llenar un vacío y busco humo para hacerlo. Mi hábito, ese de sentarme junto a una ventana y jugar con las luces de los postas mientras intoxico afrodisiacamente mis pulmones, sabor a desdén, a veneno que calma, a pequeños saltos cardiacos que me acercan a la calle negra que no dejo de mirar…  Es una enfermedad esa de mirar obsesivamente por las ventanas, dejaré todo, mis manos, mis senos, mis piernas y hasta mi cuello, no importa si de a poco las personas van tomando fragmentos de ellos…eso,¡¡¡ llévense todo de mí!!!, realmente no me importa, devórenme como un pan seco en saliva de mendigos.  Sólo me importan mis ojos, para seguir viendo a través de la ventana todo lo que soy y seré….. transparente como el vidrio, con pequeñas, casi insignificantes, manchas que forma el tiempo y descuido hasta que es imposible removerlas…..pareciese que llevara a algo, pero mi cuerpo, al igual que el cristal impide que se llegue. Mientras arruinaba la sonrisa casi perfecta que mi dentista y mis padres se han esforzado en mantener, conté las líneas de las baldosas, llegué a cien y me mareé, de repente sentí muchas náuseas, al igual que cada vez que intento ser feliz, cuento unos cuantos días, tal vez noventa en promedio, y vuelvo al baño a vomitar.  Es así, me trastorna el hecho de quedarme una vida entera contando líneas de baldosas, repetitivas, agotadoras, siempre iguales, unas más sucias que otras, unas más rectas y otras más solas…pero terminan siendo las mismas líneas. Por eso, prefiero mi soledad, para seguir viendo por la ventana mientras me fumo un puto y “alabado” cigarro.

jueves, 25 de agosto de 2011

Muérete...cállate y mátala.


Hay oscuridades que te dan calor y otras que te sepultan,
Unas que te disfrazan y otras que te desnudan…
Oscuridades de infamia, oscuridades de nausea…
Oscuridad soy….oscuridad no es mía…
Oscuridad es polvo, polvo que quiere ser tierra…
Polvo que quiere dar vida y no ahogar a los tranvías.
Tranvías de rincones, rincones de mis venas…
Allí no corre nada, solo tiempo, tiempo que se ahoga en la nada.
Podría vestir a la oscuridad con mis venas,
Así, serían algo más que plástico azul,
Azul que no corre, porque odia los caudales
Que se llevan a sus barquitos de papel…
Cilindros residuales de los besos que se perdieron
En mitad del recorrido…
Un manto, un sueño, una sombra y un loto de acuarela
Navegan en mitad de la mierda
La mierda que carcome mis venas…
Quién? El punto de más de este escrito
Que nadie notará hasta el día que se marche.