martes, 12 de mayo de 2015

Dolores inexactos

Hoy me dueles en la raíces de los pies,
me dueles en el maxilar que tirita de frío,
me dueles en las yemas de los dedos que perdieron su huella en tu espalda,
me dueles en los pómulos que dejaron de flexionarse el día en que dejé de sonreír,
me dueles en las cicatrices que ahora parecen cráteres,
me dueles en los ojos que ya no quieren ver más que un recuerdo casi vano,
me dueles en los pulmones,
me dueles en la luz de las mañanas,
me dueles en la ventana que descubre un mundo más allá de mi nostalgia,
me dueles en los quiebres de la piel,
me dueles en los molinos imaginarios,
me dueles en los opios de las calles,
me dueles en los techos de colores,
me dueles en mis compañeros los insomnios,
me dueles en mi resucitado vicio de fumar,
me dueles en los relieves de una cama,
me dueles en las pecas de mis labios,
me dueles en la plasticidad de las entrañas,
me dueles en las ausencias y en los remordimientos,
me dueles en los arrepentimientos
y en este odio que se instaló acá dentro,
en lo profundo,
aquí donde tanto me dueles,
donde tanto te muerdo,
donde tanto te respiro,
donde tanto te extraño,
donde dueles y a donde me marcho.

martes, 5 de mayo de 2015

Nos borramos del mapa

Buscando la isla de traslúcidos colores,
nos extraviamos en medio de los remolinos,
espantajos del tiempo astillaron los remos.

Tú navegando a babor, yo haciendo piruetas,
retando a espíritus de corales,
pintando paisajes al óleo de piel,
tú… extinguiéndote en la sal.

Yo creyéndote en obra viva,
tú intentando volar…

Yo armando una bitácora de navegantes
con postales, fotografías y unas cuantas citas de Oliverio,
“lloré la digestión, por las rodillas y el ombligo”,
terminé hundiendo el bote y me saqué los ojos,
continué flotando, una Ofelia más ahogada por la avaricia de flores,
tú, un navegante más, uno que la espuma transporta, ligero y terrestre.
Así nos borramos del mapa, roté las estrellas y no me es posible regresar.