el contorno de mis rodillas
aún es cal
tan blanca y volátil
que solo tus fuentes logran despertar.
Soy greda, tibia y suave,
haz de mí tu torno,
moldéanos, seamos uno
en este grito palpable al soñar,
creemos nacientes de agua
que den vida tras su canal.
Acércate, quiero volverte a respirar,
sonrójame, mientras se rasgan aún más tus ojos
y yo beso tu barba color cal,