jueves, 28 de julio de 2011

CONFESIÓN DE UNA RODILLA

Hay luces que se escapan por los dientes
Alcohol que se escapa por las piernas
Manos que se escapan por los muslos
Talones que se escapan por el aire…
Pies que lloran en montañas
Labios que resuenan como rocas
Uñas que agonizan a deshoras…
Almohadas cómplices
Almohadas espías
Plumas o agua…
Hay vuelo sublime
Y lágrimas de madrugada…
Desfile de ansiedades:
Sentir  una nube a la espalda
No es igual a un cubo de extremidades.

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