dentro de un recipiente de madera
que arruinaste con tu complejo de carpintero.
Cerré las pestañas
esas que han caído hasta los pies
a causa de tanto andar
y agrietadas mis entrañas
le juré a mi sangre
que no me inclinaría al mar.
Aun así, aquí estoy,
fugada como un punto
en medio de un bosquejo
que jamás llegará a ser luz.
Sin importar cuántos ritos
sin importar cuánta carne ofrende
sin importar a quiénes o a qué
lleve mis plegarias
...seguiré siendo el recipiente
ahogándose en mitad del mar...
Imagen de Laura Makabresku, fuente: Talenthouse
No hay comentarios:
Publicar un comentario