Ofelia no insistas
No lo intentes
Deja de danzar sobre la mesa
El Hombre Pálido no te verá
Los ojos se han caído de sus manos
Y un racimo de uvas no le despertarán.
Del laberinto del fauno
Sin hadas, sin mundo encantado
Solo paredes y mucha sed.
Que con besos se crearon
Quedan focos vacíos y hojas en blanco
De un mundo que antes fue.
Y qué hacer con las ganas
Qué hacer con el cuerpo
Qué hacer con el palpitar de dentro
Acaso era solo fuego
Acaso era solo carne.
El laberinto es hermoso
Y Ofelia ama cada pared
Tanto que olvidó allí su ser
Ese que anhelaba hadas y encanto
Ese que ahora se conforma
Danzando en una mesa con uvas
Donde nadie la quiere ver.
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