Constante rutina
que desencadena las ordenes
giratorias de un reloj.
Señor reloj,
usted carece de saber;
es tan predecible
como el movimiento de una hostia
que se deshace en una copa de vino.
No llega a asesinar su absurda monotonía,
lo más despreciable
es que estoy perdida en lo más simple de su caminar.
que desencadena las ordenes
giratorias de un reloj.
Señor reloj,
usted carece de saber;
es tan predecible
como el movimiento de una hostia
que se deshace en una copa de vino.
No llega a asesinar su absurda monotonía,
lo más despreciable
es que estoy perdida en lo más simple de su caminar.
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