martes, 31 de mayo de 2011

Perdida en el mar

Hay días en que quisiera ser un simple pez, el viento me lleva al sur, no hay impedimentos, más que una cadena alimenticia, mi muerte sería cuestión de azar, luces bajo el agua, de un cristalino caminar, que rodea mis aletas de coral…
Un fantasma de naranja vivo, con secuencia de besos repetidos, besos al agua, a las piedras, al navegante, al naufrago, a la luz que se filtra por mis escamas, una segunda piel, para conservar la verdadera pura y sin heridas.
Un corazón dulce, que sin entender ha llegado al mar, y la sal lastima mis besos y mi coral, pero aun así creo ondas de perlas líquidas, dejando un rastro en las eternidades de la inmensidad, algún día una ilusión perdida, seguirá mi caminar y bailaremos juntas, un simple pez y una ilusión en mitad del mar, seguiremos la brisa y de nuevo el sol y el dulce sabor de un río nos cubrirá, hasta que un simple pez…llegue a volar.

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