jueves, 10 de noviembre de 2011

Doble vida

Quiero tejer una luna, una que usurpe a la verdadera y así pueda recorrer el mundo en pasos de astronauta. 
Me pregunto qué sentirá la luna al caminar, al recorrer las arenas de un pueblo muerto y hecho polvo, al bajar de gris tenue a rojo satírico. Será como imaginar un río mientras nadas en sequía.
Al vacilar entre posta y posta noté que hoy la luna tenía frío, pero no de ese que se traslada por el aire o se soluciona con calcetines, no el que se esconde bajo el aliento de una buena taza de café o el que lleva a una tarde de lluvia a un juego de sábanas cálidas…
No, la luna hoy quería ocultarse tras la borrosidad del humo, desvanecerse y volverse teibolera, dejar de ser letra o musa, dejar el acartonamiento que el hombre le condenó tras su belleza y lejanía. 
La luna hoy quiere ser astronauta para pisar suelos ocultos, besar margaritas espaciales y dormir bajo el susurro de un amoroso vodka, salud y a soñar…. 

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