jueves, 24 de noviembre de 2011

Ojos de madera

En las noches no es posible llegar al suelo,
Dependo de un artefacto de metal para no caer…
Preferiría un dulce descenso que seguir aquí…
Mis brazos no hablan con mi mente,
Mis pies siguen el ritmo de un compás ajeno,
Y mi llanto sólo es escuchado por un viejo baúl.
Danzar, besar el aire y recuperar mi libertad…
Unas manos han sido mi condena,
Por qué se empeñan en seguir manteniéndome en pié,
Hilos de miedos y prejuicios,
Dejen que tropiece, es hora de caer y sangrar,
Para volver a vivir, llorar o reír, da igual
Sólo quiero salir de este cuerpo de marioneta,
Sadismo de retención…
Límpido cráneo de icopor…
Ansiedades mudas… y una belleza carcomida por el tiempo.
Un gesto de telón, porque han dibujado hasta mi rostro,
Exiliada de un sueño estrepital, ya sé que no existe para otros:
Para mí estrepital es ser flor o ser sexo, o ser madre o ser feto…
Pero no ser la misma marioneta que soñó algún día con ser  viento….  


No hay comentarios:

Publicar un comentario