Cómo inclinar al péndulo que desprende de su vientre,
quebrar poco a poco la inutilidad que yace entre sus cienes,
y así, lograr una muerte casi perfecta, casi húmeda y
cercana.
Las intersecciones de aquel lenguaje insulso,
extraviaron su locura, confundieron a su sombra,
irrumpieron en las extremidades de su resurrección tardía.
Selladas quedaron las notas mudas que
yacían en la máscara corpórea,
Una que solía descender en cada inhalación de normalidad
barata,
cuando la transeúnte perdida, inspirada en las sonrisas
difusas de la sociedad,
caía perdida en medio de sus cavernas.
Normalidad barata que desmiembra y encrudece,
Secta irracional masificada,
Veneno que desciende como lluvia
y quema como cal,
la arrastraste hasta cegarla,
pero todo nido vuelve al vientre, y por fin, el péndulo se
inclinará de nuevo.
Hola escribes muy bien me gusto tu texto.
ResponderEliminarGracias.
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