una tímida e insegura caricia,
una tibia inhalación en mi cuello,
y un suspiro con sabor a canción,
pero no la tonada triste que tarareábamos
en días pasados de piernas llenas
y espaldas vacías,
con la que los viejos lloran en las tabernas,
mientras fuman recuerdos y ausencias.
Canto en las noches, mientras duermes,
invento historias en noticas que pego en tu frente,
las doblo hasta convertirlas en figuras navegables
en tu lengua de marea alta y en tus yemas de agua,
son retóricas que jamás dirás, tampoco yo,
porque no las sientes, porque juego a no sentirte,
a pesar de invadir mis sueños,
no eres nada, pero te siento como todo.
Imagen tomada de Talenthouse
No hay comentarios:
Publicar un comentario