La humedad llegó hasta el techo,
Ahora puedo imaginar figuras de moho: ahí va el paisaje, se
deshizo la lechuza…
Los girasoles también mueren en el día, al igual que las
bocas,
Las líneas en curva forman bocas, en corazón, en veneno, en
hiedra…
Los elefantes deben tener una gran boca, al igual que las
iguanas,
Debería besarlas, pero el techo aún sigue húmedo.
Las camas pueden marchar unas tras otras,
Mientras la cabeza gira al compás de una carpintería ebria,
Así dejaría de unir pensamiento tras pensamiento, porque de
allí no es posible sacar una marcha.
Uno, dos, uno, dos… en posición correcta!
Las cenizas rondan mi ventana, lloró en ellas la cebra y el
camello,
Al igual que las montañas y los transeúntes que veo pasar en
madrugadas,
Tres, cuatro, tres, cuatro… descansen!
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