lunes, 23 de febrero de 2015

Regálame amigo una sola noche de mar

Has escuchado alguna vez el aire que juguetea entre tu piel?
Acaso has sentido que tus piernas se arquean como un puente de papel?

Rechinan los dientes y el concreto se hace arena, a espera que llegue pronto la espuma del mar.
Sobran las palabras, escasean los momentos.
Y aquí siguen los tobillos soñando con tu clavícula,
pero tú no lo ves, porque nos perdimos en las formalidades de la vida,
en una amistad tan falsa como el tiempo,
en un secreto que mi cuerpo esconde en mitad de mi obligo,
y tú no logras descubrir tras esta máscara de pulcritud.

Me ves como una silueta más,
pero también soy parafina y agua.

La tierra ya dio su primer giro y algo más,
y mis piernas están cansadas de ocultar
este sentimiento que me invade y me niego a revelar.

No anhelo tu omnipresencia,
tan solo quiero, por un momento, perderme contigo en el agua del mar,
despertar en la mañana y continuar con nuestra formalidad.

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