martes, 24 de marzo de 2015

Bitácora de una posguerra

Si dejaran de rechinar los dientes,
sucio y desgastante sonido que nace con el frío.
Si por un solo momento dejase de tiritar el vacío que dejan las ausencias,
si interrumpiera la fragmentación de mi casa roída por los grillos,
grillos que insisten en jugar a ser estática en un radio viejo.

Si la noche cae y consigo deja de derrumbar las semillas
que se extraviaron en medio de la marea de cemento…
Si las voces que explotan en cápsulas de fe,
dejaran de ser creyentes ciegas,
y tan solo por un segundo,
huyeran a través de ventanas e intentaran ser libres…

Si callara, y dejara de moldear mi vida con fragmentos de una casa roída,
y botara ese radio viejo,
si dejara de rechinar los dientes
y encontrase té caliente en diferentes transeúntes,
en vez de soñar a uno,
si abandonara mis plegarias,
y dejara que mis pies se escurrieran por el caño,
mientras abro las ventanas y me obligo a ser libre…

Entonces, no estaría perdiendo batallas
e inventando estrategias para las que vendrán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario